Capítulo #1 "Junta."

Ahri se encogió de hombros.
-Claro! Cuál de todas? La del pastel de fresa, la de manzana...?- Preguntó sonriendo y enseñándole los papeles.

(Los papeles que hay en la mesa sí son recetas. Pero tenía marcos de fotos con fotos de ella y su familia y los dió vuelta hacia abajo para que no los viera xD)

Ahri se puso algo nerviosa.
-Ah... La de la tarta de limón y nata? Claro.- Sonrió nerviosa, disimulando.

Ahri se puso con los ingredientes a cocinar el pastel.
-Tienes dónde dormir hoy? Has ido a algun hostal a reservar habitación para quedarte?- Preguntó mientras tanto.

Cassiopeia rió y llevó a Ian de la mano hacia afuera.
-Es de noche, pero en nuestros jardines hay mucha luz.- Sonrió.

Zyra miró a Alicia.
-Quieres ir a dormir o a ver el pueblo?- Preguntó indiferente.

Cass lo llevó de la mano.
-Éste es el jardín normal.- Dijo. Era un patio enorme con un montón de hierbas, plantas, flores, árboles y estanques, todo rodeado de vallas. Sonrió llevándolo a un extremo y abriendo una puerta que lo llevó a otro patio. -Éste es el de gravilla.- Dijo y tenía razón. El patio era el típico japonés de gravilla y piedras. Fue al extremo y abrió otra puerta. -Y este es el laberinto.- Habían un montón de arbustos de casi tres metros de alto, y sólo veían un camino a la izquierda y la derecha. Sonrió. -Será mejor que vayamos dentro, es tarde.-

Zyra miró la hora y suspiró.
-Lo siento, no calculé el tiempo. Vamos a dormir y mañana vas a ver el pueblo, está bien?-

Cass sonrió llevándolo adentro de la mano.
-En mi habitación hay una cama de sobra. Hoy duermes conmigo en mi cuarto.- Sonrió, ya subiendo las escaleras a saltitos y riendo, infantilmente.

Zyra salió de la habitación.
-Ven por aquí.- Dijo, subiendo una escalera. No muy lejos vió a Ian y Cass, pero ellos fueron por el pasillo contrario.
-Tú duermes en la habitación de mi lado.- Dijo, enseñándole la puerta de su habitación.

Cass hinchó las mejillas y frunció el ceño.
-No, no, duermes conmigo.- Dijo. Hacía bastantes berrinches.

Zyra miró hacia el otro pasillo.
-Dormirá con Cassiopeia. Mejor no la molestes.- DIjo entrecerrando los ojos. Varias veces había ido a aquella casa.

Cass sonrió y entró en la habitación.
-Ésta es tu cama.- Dijo señalándosela. Se sentó en una silla. -Ahora hay que esperar a...-
Tocaron la puerta y abrió. Serah estaba ahí con la cabeza agachada. Tenía una bandeja con té y agua.
-Gracias.- Dijo Cass fríamente sin mirarla. Serah se la dejó en la mesa y cerró la puerta. Cass entonces le puso llave, y se fue al lavabo a vestir. Volvió a su cama con el pijama y miró a Ian sonriendo.
-Que duermas bien, Ian.-

Zyra le abrió la puerta.
-Vete a dormir.- Le dijo indiferente. Sin embargo, ella no se fue a dormir. Bajó las escaleras y se fue a la entrada. Salió y se fue al pueblo.


------
Día siguiente:
------


Cass se despertó. Cuando vió a Ian durmiendo sonrió. Se acercó, se metió y en su cama y le abrazó.
-Ian~ Tienes que levantarte.- Le llamó riendo.

Zyra había vuelto a la mañana del pueblo, y se había ido a comer. Alguien llamó a la puerta de Alicia.

Cass volvió a abrazarlo y rió. Se levantó sonriendo.
-Venga, te tienes que levantar.- Dijo dándole un beso en la frente y se fue al baño a vestirse otra vez. Salió con un vestido color rosa pastel, unas medias blancas, guantes blancos y zapatos rosas, con una cintita en la cabeza. Sonrió aplaudiendo.
-Venga, espero a que te vistas y vamos a desayunar.-

Vanille le sonrió a Alicia.
-Hola, buenos días señorita. No sé si se acuerda de mi, soy Vanille.- Rió levemente y le hizo una reverencia. Pasó a su habitación. -He venido para prepararla y llevarla a desayunar.- Sonrió y abrió el armario. Buscó entre los vestidos y sacó uno color azul claro celeste. -Éste te vendrá bien.- Se lo extendió risueña. -Ve cambiándote mientras yo busco el cepillo y lo demás.- Sonrió.

Cass se quedó esperando a que Ian terminase.

Vanille se quedó esperándola encima de su cama, sonriendo.

Cass abrió la puerta y tomó la mano de Ian.
-Vamos.- Sonrió, bajando las escaleras abrazada a su brazo. Entraron en el comedor y el desayuno estaba servido.
-Ven, siéntate a mi lado.- Sonrió, sentándose a la izquierda de Ian. A la derecha de éste, estaba Alice. Arya la tomaba de la mano, tranquilizándola. Al poco llegó Vanille con Alicia.
-Que aprovechen.- Sonrió Seph, indicando que podían comer. Pero Alice le miró.
-Él está en mi silla.-
Todos la miraron, callándose. Alice continuó.
-Él está en mi silla. Hay nuevos en casa. Nuevos que no conozco. No conozco de nada.-
-Alice, cariño, no debes tener miedo.- Dijo Kass tranquilamente.
-Los desconocidos son malos. Los que nos atacan son desconocidos.- Dicho esto, Seph rió levemente.
-Pero no son estos desconocidos.-
Alice le miró. No tenía ninguna expresión en el rostro.
-No me gustan los cambios.-
-Debes acostumbrarte...-
-Qué más vas a cambiar?!- Fue la primera vez que Alice le gritó a su padre. Casi nunca hacía eso, por lo que todos se quedaron perplejos. -Mi nombre?! La casa?! Vas a cambiar de pareja otra vez?! Vas a tener más hijos?!-
-Alice, ya basta.- Dijo Seph algo serio, levantándose.
-No me gustan los cambios. No me gustan, no me gustan, no me gustan...-
-Alice...-
-NO ME GUSTAN!!- Gritó Alice poniéndose de pie. Arya se asustó y la intentó calmar, pero Alice la alejó de un empujón. Golpeó a Vergil, Dante y Nero cuando intentaron acercarse a ella. Luego empezó a correr hacia la puerta. Kass fue tras ella, y Seph desapareció en su asiendo. Cass miró a Ian, algo molesta.
-Lamento que hayas visto esto. Mi hermana tiene problemas de conducta. Está enferma desde nacimiento. Ojalá ella también fuera bastarda...-
-No digas eso!- Le gritó Arya molesta.
-Ojalá tú también fueras bastarda!- Le gritó Cass.
-Tranquilidad.- Dijo Lynx mirándolas a ambas. No se había alterado. Había seguido comiendo, igual que Cygnus y Noct.
-Tú no vas a decirme nada, bastarda.- Dijo Cass con el ceño fruncido.
-Cass, ya basta.- Le exigió Arya.
-Por qué no voy a decirte nada? Seré bastarda, pero eso es porque tu padre se aburría con tu madre y prefirió a buscar a otra mujer que no fuera un vejestorio amargado y cruel como es tu madre, y de ahí nací yo.- Dijo Lynx con voz fría y seria. Cass se quedo de piedra y se levantó.
-Los bastardos no deberían vivir aquí. Son la molestia de todos.- Murmuró, saliendo.

Cygnus los miró tranquilamente.
-Sigan comiendo. Seguramente luego nos volveremos a encontrar todos en el almuerzo.-
Arya miró a Ian y Alicia.
-Lo sentimos... No... No es culpa de Alice, ella es buena, no os odia... Pero no se acostumbra... No es su culpa...- Intentó defenderla, algo nerviosa.